miércoles, 26 de noviembre de 2008

Portugal y Extremadura, más cerca que nunca


En la imagen superior: amigos y amigas del curso de Comunicación y Salud, en la puerta de la Facultad de Medicina de Lisboa. De izquierda a derecha: Tomás, Celia, Maite, Ignacio (de la Fundación Bamberg), Macarena, Angélica, Inma, María, Cecilio y quien escribe estas líneas.


Este martes, jornada en la que, por cierto, se conmemoró el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, lacra contra la que, estimo, todos tenemos que estar muy unidos -como ocurre con el terrorismo-, pasé el día en Lisboa. No fue una jornada de excusión ni de turismo al uso. Tengo la suerte de haber visitado en varias ocasiones la capital lusa.; la anterior, durante el pasado mes de agosto. Y no por ello me canso de ir, más bien todo lo contrario. Estar en Lisboa es, para mí, sumergirse en un universo de tonos azules y una luminosidad casi mágica, en el marco de un entorno decadente pero, al mismo tiempo, lleno de encanto, algo de cosmpolitismo (estamos ante una capital europea) y modernidad. Un contraste muy enriquecedor...

El motivo por el que estuve allí fue la asistencia al Encuentro Portugal-España de Gestores de Salud, organizado por la Fundación Bamberg y que se desarrolló durante la mañana del pasado martes en el Hospital de Santa María-Facultad de Medicina de Lisboa. Mi interés por este tipo de temas procede de mi participación en un curso de especialista universtario, titulado "Comunicación y Salud", organizado por la Universidad de Extremadura y la Consejería de Sanidad y Dependencia de la Junta de Extremadura, al que vengo asistiendo desde septiembre.

Volviendo al asunto primero, en ese encuentro se abordaron temas de interés para la cooperación que, en muchas materias y también en el sanitario, debe existir entre dos territorios tan próximos y con tantos lazos como Extremadura y Portugal. Casi al mismo tiempo que tenía lugar este seminario, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, emprendía un viaje oficial de tres días a Lisboa para estrechar más los ya bastantes consistentes vínculos que, a día de hoy, se han trenzado entre nuestra comunidad autónoma y el país vecino, o hermano -como a muchos les gusta decir, por aquello de que hemos tenido muchos siglos de historia común. En alguna de sus intervenciones Vara venía a decir, a grandes rasgos, que se tenía que pasar de la "colaboración" a la "cooperación" en las relaciones Extremadura-Portugal. Y de alguna manera es cierto. Tenemos que pasar del "dicho al hecho", y tomarnos en serio quienes formamos parte de Extremadura que nuestro territorio cuenta con una peculiaridad destacada que otros no poseen. Se trata de los kilómetros de frontera con Portugal, un país al que no hace mucho tiempo se veía como extraño, diferente... Hoy la situación ha mejorado y los vínculos sociales, políticos, económicos y culturales cada vez proliferan con mayor asiduidad. Un organismo que ha jugado un papel clave en estas relaciones ha sido el Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, que ha facilitado recursos desde para poder aprender portugués con mayor facilidad hasta para conocer mejor la realidad del país luso a través de foros como "Ágora, el debate peninsular".

Sin embargo, la situación actual nos obliga a sentarnos y ver más en concreto algunas acciones que ahonden aún más en esa cooperación transfronteriza. Ya se conocen algunas: convertir el portugués en la segunda lengua extranjera de enseñanza en la región, ofrecer contenidos en lengua portuguesa en los medios de comunicación extremeños o emplear doble señalización informativa español-portugués en monumentos, museos y otros enclaves de atractivo turístico. Es, de algún modo, una manera de empezar a profundizar...

En suma, vengo aquí a ratificar mi firme apuesta por mirar hacia Portugal con otros ojos y, sobre todo, a saber aprovechar -dicho en el mejor de los sentidos- esa cercanía con este país para trabajar codo con codo en temas que puedan interesarnos a ambos territorios. Y la sanidad, lo tenemos casi todos claro, es uno de ellos. En esa línea el Colegio Oficial de Médicos de Badajoz dio a conocer el martes en este encuentro en Lisboa unas pinceladas de lo que será su futuro Instituto Médico de Cooperación Transfronteriza Alentejo-Extremadura (no recuerdo exactamente la denominación), pero, de cualquier modo, todo un ejemplo para tener en cuenta...

Por último no quiero irme sin recordar y, de alguna manera, homenajear a uno de los grandes de nuestras letras que se ha ido para siempre: Ángel Campos Pámpano. Poeta, ensayista, traductor, intelectual..., de él ya se ha dicho mucho pero, al hilo de lo que se viene aquí tratando, se pude afirmar que Ángel fue uno de los primeros en creerse y en querer a Portugal... Él creyó en la cooperación y en el enriquecimiento cultural entre los dos lados de la frontera y así lo demostró en su vida -nació muy cerca de la Raya, en San Vicente de Alcántara, y residió durante un tiempo en Lisboa- y en su obra: traducciones de Fernando Pessoa, Eugénio de Andrade o Sophia de Mello, entre otros. Además está su faceta de fundador y director de las revistas hispano-portuguesas Espacio/Espaço escrito y Hablar/Falar de Poesía.

Desgraciadamente, Ángel no podrá mañana recoger el Premio Lourenço, que concede el Centro de Estudios Ibéricos de Guarda a aquellas personas que han contribuido a estrechar los lazos hispanolusos. Pero nos quedará algo imborrable y que estará para siempre: su memoria, su rica y extensa obra... y su amor hacia la cultura portuguesa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bom dia Pizarro, é Isabel. Tenho vindo ver o teu blog e estou cada vez mais impressionada e contente de te ter conhecido. Um beijo

MARIELA dijo...

Excelente artículo intersante mucho por reflecionar hoy en dia ¡¡¡¡¡¡ abrazos