lunes, 11 de mayo de 2009

Japón, referente en una película alemana: “Cerezas en flor”



Desde pequeño siempre he sentido una especial predilección por todo lo relacionado con el mundo oriental y, más en concreto, por los dos gigantes asiáticos: China y Japón. Este último país siempre ha significado, para mí, la expresión de una cultura milenaria que ha sabido mantener casi inalterable su identidad pese a sus altos grados de desarrollo, modernidad y tecnificación de su sociedad.

Ayer por la tarde tuve el placer de deleitarme con la riqueza y la inmensidad de Japón gracias a una deliciosa película que vi en el Centro de Ocio Contemporáneo de Badajoz -sede de la Filmoteca de Extremadura en la capital pacense. Se trataba del filme franco-alemán “Cerezos en flor”, dirigido en 2008 por la alemana Doris Dörrie.

Esta directora -de la que no conocía ningún trabajo- impregna en esta obra su amor hacia Oriente, y no sólo porque la mayor parte de su película transcurre en Tokio, sino también por su ritmo pausado y su extrema sensibilidad, tan típicas del mundo oriental. Da la sensación, en ocasiones, que uno no sabe si lo que está viendo es cine alemán o japonés, pero quizá ahí radique su encanto, en un cine en el que se pueda conjugar lo occidental y lo oriental.

“Cerezos en flor” cuenta la historia de un matrimonio alemán, Trudi y Rudi. Trudi es la única que sabe que su marido Rudi está gravemente enfermo. Siguiendo el consejo de su médico, deciden emprender un último viaje juntos. Trudi convence a su marido y van a visitar a dos de sus hijos, Claus y Karolin, y a sus nietos, en Berlín. Sin embargo, éstos están demasiados inmersos en sus propias vidas para ocuparse de ellos. Tras ir al teatro a ver un espectáculo de danza Butoh, Trudi y Rudi deciden pasar unos días en un hotel en la costa del mar Báltico. El recuerdo hacia su otro hijo, Karl, que vive y trabaja en Tokio, está muy presente en la mente de Trudi y Rudi.

La historia sufre un revés cuando es ella quien muere repentinamente, dejando solo a Rudi, que a partir de entonces comienza a añorar todo lo que había marcado a su esposa, como su pasión por la danza oriental -el Butoh- y su fascinación por Japón, en donde vive su querido hijo Karl. Marcado por la soledad ante la ausencia de su esposa, Rudi viaja a Tokio, en donde la historia toma nuevos derroteros, en la línea de “Lost in translation”, pero más mística...

Un Rudi atormentado por el recuerdo permanente de su esposa inicia, por las calles de Tokio, un viaje en busca de la esencia tradicional de Japón, de aquello que a Trudi le hubiese gustado ver... como son los típicos “cerezos en flor” japoneses... Un día, en un parque, Rudi conoce a una joven bailarina, Yu, que realiza aquello que a su esposa le apasionaba, el Butoh, y ahí surge una extraña amistad, que culmina en un escena memorable a los pies del Monte Fuji...

En suma, “Cerezos en flor” es, a mi juicio, una de esas películas que, al verla, te transporta a un espacio único, como es el país del Sol naciente, el de la tradición manga, de los videojuegos o de las geishas. Pero es algo más, es la historia de la incomunicación entre padres e hijos y, sobre todo, de la soledad, la que se siente cuando uno pierde a su compañero de viaje... pero todo ello con una peculiar toque de sabor japonés... Os invito a verla...

viernes, 8 de mayo de 2009

La OEX en la Plaza Alta de Badajoz...

Ayer pasé una agradable velada escuchando a la Orquesta de Extremadura (OEX) en uno de los rincones más emblemáticos del casco antiguo de Badajoz: la Plaza Alta. Acababa de salir de mi curso de portugués en la Facultad de Biblioteconomía y Documentación -mi facultad-, cuando me encontré en mitad del concierto, con una suave melodía y una temperatura ideal, que invitaban a permanecer allí, ensimismado... sin pensar en nada o en todo... Una acertada idea que, ójala, tenga continudad y sea el primero de muchos eventos culturales al aire libre en una de las zonas con más encanto de mi ciudad. Enhorabuena a quien/es corresponda...

viernes, 13 de febrero de 2009

Sobre como una buena película te hace reflexionar. El caso de "Camino", de Javier Fesser


La vida nos depara muchas aventuras pero, también, muchos sinsabores; contratiempos que forman parte de la realidad vital de todos los humanos y que pueden fortalecernos ante esa adversidad o hundirnos para siempre. En muchas ocasiones, culpamos a fuerzas sobrenaturales y ajenas a nosotros para explicar el porqué de, por ejemplo, una terrible enfermedad, con la consiguiente pregunta de "¿por qué a mí?".

Éstas son algunas de las cuestiones que subyacen en el espectador que haya visto la película española, recientemente galardonada con varios goyas, Camino, dirigida por Javier Fesser. Todo esto puede preguntarse quien vea este filme: ¿por qué una niña llena de vida tiene que luchar contra un grave tumor cerebral, pasando sufrimientos hasta morir? La protagonista, Camino, pese a sus profundas creencias cristianas, también duda y se pregunta esto. Pero no es lo común en ella. Ella, asesorada espiritualmente por su madre, quiere vivir pero, sobre todo, quiere que se cumpla la voluntad de Dios.

Como podréis comprobar, he comenzado a reflexionar en torno a estas cuestiones porque ayer pude ver en la sala de proyecciones de la Filmoteca de Extremadura en Badajoz (COC) una película que tenía ganas de descubrir y que ha resultado ser, para mí, una de las más impactantes de los últimos años. Camino es algo más que una historia de amor, pero es, además, una historia de generosidad, de entrega, de religiosidad firme y de un amor por encima de todo: un amor limpio y directo de una niña de apenas 14 años con su Dios. Una niña capaz, gracias a ese amor a Dios, de aguantar la dureza de un cáncer con una entereza única hasta llegar a la muerte con una gran serenidad, paz y calma interior.

Camino, inspirada en un hecho real -la vida de Alexia González-Barros (1971-1985), es una película redonda, con unas interpretaciones magistrales -sobre todo por parte de las dos actrices principales: Nerea Camacho (Camino) y Carme Elías (Gloria, su madre)-, y un tratamiento narrativo interesantísimo, combinando la vida real de Camino con sus sueños, sus miedos y su rico mundo interior.

Desde aquí invito a todos a disfrutar y a llorar, porque se llora y mucho, con una de las mejores películas de los últimos años realizada en España: Camino.

lunes, 5 de enero de 2009

Año nuevo, niña nueva en la familia...


Hoy es el día de Reyes, 6 de enero, jornada de ilusión, de alegría y de júbilo para miles de niños y niñas de España y de todo el mundo en general..., al menos para los y las afortunados/as que tienen sus necesidades básicas cubiertas y que, a buen seguro, contarán con un algún regalo traído desde las lejanas tierras de Oriente por esos tres reyes, a los que denominamos magos. La mañana del 6 de enero es para mí un momento, como para otras personas, de muchos y muy gratos recuerdos: vienen a mi memoria ahora mismo esos nervios al despertar, tras una noche sin apenas "pegar ojo"; ese deseo de ver, o mejor de soñar, con alguno de los tres Reyes Magos; y la satisfacción de, una vez que ya ha amanecido, correr en busca de los regalos, romper el embalaje de los juguetes y deleitarnos con su uso y disfrute durante toda la jornada...

Estos recuerdos de la mañana del 6 de enero regresan a mi mente en un momento muy especial: el 2009 ha comenzado, para mi familia, con la llegada de un nuevo miembro, o como díría cierta ministra "muy igualitaria" de "una nueva miembra". El pasado 30 de diciembre, casi rozando el fin de año, nació mi sobrina Ángela Redondo Rodríguez, la primera hija de mi hermana mayor, Ángeles de las Nieves Rodríguez Pizarro, y de su marido, Francisco Manuel Redondo Nieto. Parece que con la cercanía de un bebé de apenas un par de días de vida, la ilusión por los Reyes Magos volviese a renacer un poco más entre todos nosotros... O quizá es que esa ilusión siempre estuvo entre nosotros, aletargarda, y ahora es activada con la llegada de esta niña...

La pequeña Ángela es una preciosa niña que al nacer pesó 3,190 kgs. y midió 53 cms. Nació alrededor de la una y media de la tarde del 30 de diciembre de 2008 en el Hospital Materno Infantil de Badajoz por expreso deseo de su madre, Nieves, que, aunque vive con su marido en Villanueva de la Serena, siempre quiso que su primer retoño viniese al mundo en la ciudad que a ella también la vio nacer hace poco más de tres décadas, y en la vivimos su madre y sus dos hermanos. Ángela, que se llama así por mi mamá, ha decidio venir a este "mundo cruel" en un momento más que delicado en la Tierra: con una galopante crisis económica y financiera de dimensiones planetarias pero de alcance muy local; con un mundo enfrentado por intereses, odios, y con conflictos y ataques como el que en estos días perpetra Israel contra el pueblo palestino; y, sobre todo, con una, casi generalizada, expansión de la injusticia casi a todos los niveles. Una injusticia que quiero, deseo y pido que no afecte de ningún modo a mi sobrina Ángela durante su vida pero que, de igual manera, también quiero, deseo y pido que no afecte a ninguno de los seres humanos que habitamos este planeta. Esto es, quiero, deseo, pido y abogo por un mundo con una total erradicación de las injusticias y de la violencia, e impregnado por un sentimiento de solidaridad, respeto, tolerancia y libertad. Un deseo que no por soñado ha de resultar quimérico...

Por lo tanto, en estos momentos tan entrañables para mi familia, puedo decir que el 2009 ha comenzado con buen pie: "año nuevo, niña nueva en la familia...". Todo un síntoma de deseo y de esperanza, de salud, felicidad y bienestar para Ángela, y para todos y para todas...


miércoles, 10 de diciembre de 2008

10 diciembre 1948 / 10 diciembre 2008: Declaración Universal de los Derechos Humanos


En la imagen, Eleanor Roosevelt (1884-1962), primera dama de los Estados Unidos, esposa del presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt, sostiene un documento con la Declaración Universal de los Derechos Humanos en español. Eleanor fue, además, una gran diplomática y activista de los Derechos Humanos.

Hoy es un día importante para la Humanidad, una jornada de celebración pero, sobre todo, de reivindicación. Hace 60 años la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), un texto de vital importancia para el desarrollo, la libertad y la convivencia en paz y en igualdad de todos los pueblos del mundo.

Son muchos, desgraciadamente, los países en que los derechos humanos son literalmente pisoteados. La lista de nombres sería larga: Guantánamo, EEUU, China, Cuba... podrían encabezar dicha lista. Y son muchos otros los países en los en que aún se mantienen, por poner dos ejemplos, la pena de muerta y las torturas. Queda, así, mucho camino que recorrer en pro de extender y aplicar estos derechos básicos.

Un ejemplo que demuestra el gran valor que posee esta Declaración se encuentra en este dato, que extraigo de la red: según el libro Guinness de los Récords, la DUDH es el documento traducido a más idiomas en el mundo (en el 2004 había sido traducido a más de 330).

Han sido muchos los actos en los que hoy se han conmemorado los 60 años de la DUDH. Esta mañana pude asistir en la plaza de San Atón de Badajoz a uno de ellos y allí pude recoger un pequeño libro con todos los artículos de la DUDH en "fácil lectura", desarrollado desde la Fundación Ciudadanía; sin duda, todo un ejemplo en la gran labor de hacernos partícipes a todos en la lucha que supone la extensión y la aplicación directa de los derechos humanos a todos los países del planeta.

Estos 60 años de la DUDH se une, hace escasos días, a otro cumpleaños: el de nuestra Carta Magna, dos textos jurídicos básicos en el desarrollo de nuestro modelo de convivencia.


lunes, 8 de diciembre de 2008

El Pinajarro (Hervás, Cáceres) ya está nevado


Diciembre ha llegado con frío y nieve. Nada raro puesto que ya nos acercamos a la fecha en que cambiaremos de estación y el invierno se quedará un tiempo con nosotros. Las primeras nevadas de la temporada nos han dejado imágenes espectaculares, con cumbres nevadas y paisajes dignos de aparecer en postales. Esta imagen puede ser una de ellas. Fue tomada hace unos días y me la envío una compañera de la oficina de turismo de Hervás (Miriam). Es el pico Pinajarro, uno de los más altos de Extremadura con algo más de 2.100 metros. Todo un goce para los sentidos...

La vida campestre

Lucero del alba en tierras del sur.
Amenazante viene de levante…
ese candil que da luz
a un día de abril.

El pastor se levanta y
en las majadas
rebaños de ovejas le esperan.

Y en lo alto, en la sierra,
el enemigo feroz a las
puertas acecha.

Se oye el rebuznar del burro
en el remanso de paz
de la dehesa extremeña.

En el valle, el turbio curso
del arroyo,
revuelve el sentir
de la vida en
el Edén.